sábado, 28 de agosto de 2010

De cuentas y fiestas

Me enteré de que este año el ayuntamiento sólo daba cuatrocientos euros para las fiestas a principios del verano. Menudo revuelo se organizó. Por lo visto algunos de los mozos que el año antes al calor de unas copas la última noche de verbena habían decidió organizar el programa festivo de los días 12, 13 y 14 de agosto, habían llamado poco después de Semana Santa a Ladrillar y les habían dicho que disponían de dos mil y pico euros. No es que fuese mucho dinero pero partiendo de esa base los chavales habían contratado un par de orquestas. El problema llegó después cuando se supo que en realidad se arrastraba una deuda de años anteriores de casi dos mil euros. En las caras de quienes habían firmado el contrato con el representante se veía esos días un gesto de incertidumbre e incluso miedo: de dónde iban a sacar el dinero. Por fortuna para ellos, alcanzaron un acuerdo con el promotor y, como en los últimos años, las fiestas de Las Mestas quedaron reducidas sobre el papel a una noche de orquesta. Seguían siendo tres mil euros los que había que pagar pero si se movían podía alcanzarse esa cifra. Al final se sacó el dinero: se vendieron camisetas y pañuelos, se pidió ayuda a empresas de la zona y cada uno de nosotros puso veinte euros. Pero no por ello desapareció el desconcierto y el malestar de la gente. Cómo era posible que hubiese una deuda si todos los años el pueblo había colaborado y si incluso hacía veranos que no disfrutábamos de dos orquestas, se preguntaron algunos.


Yo no quiero entrar en ese tema porque nunca he estado al corriente de los presupuestos municipales ni del dinero que ha habido otros años. Pero creo que todo se habría resuelto con un par de hojas en la puerta de la iglesia en las que –como comentaba más de uno- se dijese: "Hemos sacado tanto dinero; esto se ha invertido en tal y aquello en cual". Los gastos de 2009 aparecieron la mañana del 14 de agosto de este año y los gastos de 2010 en la tarde de ese mismo día. La diferencia y la celeridad en el proceder son significativas. Ahora estamos a cero y creo que con un superávit de 200 euros: ha habido un día de orquesta y un grupo ha tocado una noche donde el Noruego y otra en la puerta de Perico; ha habido películas, juegos y regalos para los niños y hasta un polémico concurso de tortillas que ganó la Lola. Claro que hay cosas que se pueden mejorar pero para eso tenemos el año que viene. Ya estoy deseando que lleguen las fiestas de 2011.